lunes, 2 de enero de 2012



 COMBATES SINGULARES 1

La Schola ad Bellum está organizando un torneo de esgrima medieval, el primero que realizan. Los preparativos para este evento son diversos e incluso la investigación (es más, creo que sobre todo la investigación) se ha hecho necesaria para ampliar nuestros conocimientos sobre los combates singulares. Entonces, en medio de estas pesquisas, recordé la historia de un combate, uno de los puntos críticos de la historia que publico, entera, a continuación. Pensaba hacer un resumen, pero deseo que disfruten de la lectura igual que yo.


PWYLL, PRINCIPE DE DYFFEDD,

Y ARAWNN, REY De ANWYNN


En los momentos en que comienza esta historia, Pwyll príncipe regente de los siete cantrevs1 de Dyffedd, al suroeste de Gales, se encontraba de cacería en la región de Llwyn Diarywa, en el condado de Arberth, su corte principal. Allí, luego de adentrarse una mañana en los bosques de Glynn Cuch, soltó a sus perros y, soplando su cuerno de caza, salió en su persecución, perdiéndose muy pronto de vista del resto de la comitiva.
Concentrado en los ladridos de sus propios perros, oyó, sin embargo, los aullidos de otra jauría que se aproximaba y, al entrar en un claro del bosque, pudo ver a un ciervo que trataba de huir, aunque infructuosamente, pues antes de haber logrado salir del claro, fue alcanzado y derribado por la jauría que lo perseguía. Inmediatamente, la atención del príncipe se vio atraída por la extraña coloración de los animales que tenía ante sus ojos, ya que jamás había visto sabuesos similares; su color era de un blanco inmaculado y refulgente, al tiempo que sus orejas mostraban una tonalidad escarlata brillante como el ascua de una fragua.
Rápidamente cabalgó hacia los perros extraños, apartándolos para que dejaran el campo libre a su propia jauría, cuando se percató de la llegada de un jinete montado sobre un caballo gris, con un cuerno de caza terciado sobre el hombro y vestido con un impecable traje de caza del mismo color acerado del potro que montaba.
Adelantándose hacia él, el caballero dijo:
—Príncipe de Dyffedd, sé quién eres, pero no te honraré con mi saludo.
—Quizás tu rango sea tan alto que te permita no hacerlo.
—No es exactamente mi rango, sino tus malos modales y tu descortesía lo que me lo impiden —contestó el recién llegado.
—Pues, ¿qué falta de cortesía has notado en mí, caballero?
—Si tú no llamas una descortesía ahuyentar una jauría que ha cazado un ciervo, para permitir que la tuya se alimente, ¡entonces que los dioses pongan nombre a esa actitud!
—Caballero —respondió el príncipe—; creo que me he comportado en forma descortés contigo y deseo recuperar tu favor. ¿Podrías al menos decirme tu nombre y tu dignidad? ¡Ni siquiera sé con quién hablo!
—Soy Arawnn, rey coronado de la tierra de Annwyn.
—¿Y de qué forma, señor de Annwyn, podría recuperar tu buena disposición hacia mí? —preguntó Pwyll.
—Te lo diré. Hay un rey cuyos dominios quedan exactamente frente a los míos y que me hace la guerra continuamente. Su nombre es Hafgan, y si consigues sacarme de encima a esa peste de hombre, obtendrás mi benevolencia y mucho más.
—Me agradaría mucho ayudarte, pero ¿cómo? —preguntó Pwyll.
—Nos uniremos por medio de un juramento sagrado —dijo Arawnn— y te disfrazaré para que ocupes mi lugar en la corte de Annwyn, donde reinarás en mi lugar exactamente durante un año y un día a partir de hoy.
—Todo eso está muy bien y lo acepto, pero, ¿cómo haré para encontrarme con el rey Hafgan?
—Mi encuentro con él está arreglado para dentro de un año exactamente, en el vado que hay pasando el bosque. Irás a su encuentro con mi apariencia, le asestarás un solo golpe y Hafgan no sobrevivirá. Pero no le des un segundo golpe, aunque te lo suplique, pues en ese caso estará de regreso, luchando conmigo, a la mañana siguiente.
—¿Y qué pasará con mi propio reino? —preguntó Pwyll.
—Yo mismo ocuparé tu lugar, de manera que nadie en él sospeche siquiera que no eres tú quien está gobernando. Pero primero te llevaré a mi reino, para que comiences con tus tareas.
A continuación, Arawnn condujo a Pwyll a su palacio y le mostró sus distintas estancias y pabellones, tras de lo cual se despidió diciendo:
—Dejo en tus manos mi reino y mis dominios. Entra; nadie dudará de tu identidad y todos te servirán como lo harían conmigo mismo.
Y, efectivamente, tan pronto como Pwyll ingresó al salón, escuderos y sirvientes acudieron a atenderlo. Al conversar con la reina, el príncipe comprendió que se trataba de una mujer inteligente y culta, de carácter y lenguaje nobles. Cenaron opíparamente y luego se retiraron a descansar, pero cuando llegó el momento de acostarse, Pwylll dio la espalda a la reina, sin intentar otra actitud que la del sueño durante toda la noche; y por más gentiles y tiernos que se mostraran entre sí durante el día, todas las noches del año siguiente fueron igualmente gélidas entre ellos.
Cuando, finalmente, llegó el día fijado para el encuentro entre Arawnn y Hafgan, un hombre a caballo se situó frente a ellos y se dirigió a la concurrencia diciendo:
—Caballeros, en este juicio podrán intervenir exclusivamente los dos jefes que reclaman como propio el reino de Annwyn. El combate será sólo entre ellos y los demás no deberán intervenir.
A continuación se inició la justa, y Pwyll, como sustituto del rey Arawnn, fue quien asestó el primer golpe, que partió como si fuera de papel el escudo de Hafgan y la armadura que se encontraba detrás de él, derribando al jinete por sobre la grupa del caballo, mortalmente herido. Pero cuando Pwyll se acercó, el moribundo musitó:
—¡Señor!, no tienes ningún derecho a matarme, porque yo no te he desafiado ni retado en forma alguna, ni sé de nada que haya hecho por lo que puedas desear mi muerte; pero ahora que ya me has herido mortalmente, termina tu tarea con un segundo golpe.
—Caballero —respondió Pwyll—, quizás me arrepienta de lo que he hecho, pero debes encontrar a otro que te ultime, porque yo no lo haré. Y dirigiéndose a los vasallos de Hafgan, agregó—: En cuanto a vosotros, nobles, os aconsejo que decidáis si os convertiréis en mis vasallos, a partir de este día.

—Rey Arawnn —contestaron los cortesanos al unísono—, desde hoy, todos nosotros te reconoceremos como el único rey de Annwyn.
—¡Bien! —replicó Pwyll—. Acepto vuestra sumisión, ¡y que los arrogantes sean humillados por el filo de la espada! —agregó.
utilizando la tradicional fórmula de sumisión de los ancestros. A continuación recibió el homenaje de los nobles como único rey reconocido, y para el mediodía del día siguiente, los dos antiguos reinos de Annwyn se encontraban bajo su mando.
A continuación, habiéndose cumplido un año y un día de su previo trato con el verdadero Arawnn, Pwyll regresó al vado de Glyn Cuch, donde el primero lo recibió diciendo:
—He oído lo que has hecho por mí. ¡Que los dioses te recompensen por haber mantenido con tanta fidelidad tu promesa de amistad! —le agradeció, para luego devolverle su apariencia, recobrar la suya y regresar a su gente y su familia, a quienes no había visto en todo un año.
Sin embargo, ellos no habían percibido su ausencia, por lo que la cena no fue más animada de lo usual, hasta que llegó el momento de retirarse a descansar. Una vez en sus aposentos reales, el verdadero Arawnn conversó un rato con la reina y luego inició los juegos preliminares del amor, pero su esposa, que se había desacostumbrado a ellos, al cabo de un año y un día de abstinencia, pensó: —¡Por todos los dioses! ¿Cómo puede Arawnn tener hoy sentimientos tan distintos? ¡No recuerdo haber tenido una noche así desde hace más de un año!
Permanecieron en silencio durante un largo rato, hasta que el rey, notándola ensimismada, le preguntó la causa.
—Simplemente, es que te noto distinto. Anoche se cumplió un año desde el momento en que nuestros cuerpos se extasiaron por última vez. Claro que hubo entre nosotros hermosos momentos de conversación, ¡pero eso fue todo!
Ahora le llegó a Arawnn el momento de meditar: "En verdad —pensó para sí —no ha habido amistad más confiable y sólida que la de este compañero que conocí hace un año". Y narrándole toda la historia a su esposa, ésta confirmó su apreciación:
—Pongo a los dioses por testigos de que has encontrado a un amigo fiel y consecuente, tanto en las lides de la guerra como en las de la amistad. ¡Deberías dar gracias por ello durante todos tus días por venir!
Pwyll, por su parte, tan pronto regresó a sus dominios, comenzó a preguntar a sus aristócratas qué opinaban de su gobierno durante el último año.
—Soberano nuestro —respondieron éstos sin dudar—, nunca habías mostrado tanta sabiduría ni tanta amabilidad, ni habías administrado los bienes de la comunidad con tanta prodigalidad y prudencia. El pueblo jamás ha estado tan satisfecho y feliz como ahora.
—Yrofy a Duw2 —respondió Pwyll—, pero sería más justo que testimoniaran su agradecimiento al hombre a quien verdaderamente han tenido ante ustedes.
Y a continuación, les narró la aventura tal y como había ocurrido. Al terminar, el anciano más venerable del Consejo interpretó la voluntad de todos, preguntando:
—En verdad os digo, Señor, que todos debemos agradecer a los dioses por haberos procurado una amistad como ésa, pero... ¿seguiréis administrando el gobierno y la justicia en la misma forma en que lo habéis hecho este año?
—Así lo haré, mientras de mí dependa —confirmó el soberano.
Desde ese momento, Arawnn y Pwyll se concentraron en gobernar sus respectivos reinos y consolidar su amistad, que creció día a día a través del intercambio de regalos amistosos, como caballos, lebreles, halcones y, en fin, todo aquello que cada uno juzgaba que agradaría al otro.

Extraído de "Mitos y Leyendas Celtas" por Rossapini Reynolds, Roberto

Tanto me ha gustado releer el relato que, apenas encuentre uno similar, donde haya un duelo involucrado, lo postearé. Por ello el título de esta entrada "combates singulares 1". Estoy seguro que no falta o escasea este tipo de material.

Hasta la próxima,

Danath el Monje guerrero, desde su scriptorium

lunes, 29 de agosto de 2011

COMUNICADO N1 SCHOLA AD BELLUM




Apreciados hermanos reclutas e interesados en las actividades de la Schola Ad Bellum,





La presente es para informarles que los entrenamientos en el parque Castilla, como bien saben muchos, serán hasta el domingo 4, por venir.




El motivo es porque trasladamos nuestros entrenamientos generales a la casa de la Cultura en san Miguel, (sita en Av. Federico Gallese Nº 420 - frente al parque de la Media Luna) dado que la municipalidad de dicho distrito nos está apoyando en nuestra misión e interés de difundir el arte del combate medieval en pleno, otorgándonos un espacio para tales fines.





Para referencia sobre el lugar, dejo el siguiente Link: http://maps.google.es/?ll=-12.093018,-77.079456&spn=0.006158,0.008272&z=17&vpsrc=6



Por tanto, los entrenamientos generales serán en dicha nueva locación, a partir del domingo 11 de setiembre y pido que se ponga atención a los siguientes puntos:



  1. Los entrenamientos terminaran a la misma hora (alrededor de 8 y media) pero la concentración comenzará desde las 5pm.

  2. La Schola Ad Bellum, con el fin de difundir el interés en el combate histórico medieval(Westlichen mittelalterlichen Kampfkünsten) cuyo centro es la esgrima medieval (Kunst des Fechten) hasta la última sesión en el castilla, ha conservado en sus prácticas un carácter gratuito. No obstante, por los motivos que estoy a punto de explicar, los entrenamientos en san miguel tendrán un costo de 50 S/. mensuales, considerándose 4 clases al mes. Esto es por lo siguiente:

2.1. Cada vez hay más interesados en nuestras actividades, lo cual agradecemos, pero nos preocupa no dar abasto a la demanda que se comienza a presentar, por lo tanto, necesitamos recursos para implementar nuestra sala de armas, tanto con armas de práctica (hechas en madera) como con armas negras (de acero pero sin filo ni punta). Además, debemos mencionar que el transporte de las armas hasta el lugar de encuentro se hace un poco más tedioso pues estas van creciendo en número.





2.2. Uno de los objetivos de la Schola Ad Bellum es realizar torneos, encuentros amistosos divididos en categorías (edades, armas empleadas) y para ello es preciso contar con la protección mínima necesaria (caretas, protectores para brazos, piernas y torso), materiales cuyos costos son más fáciles de afrontar con el aporte de todos los interesados e involucrados.





2.3. La municipalidad, muy gentilmente, se ha ofrecido a ayudarnos en esta tarea a cambio de una retribución no onerosa, antes bien lo contrario, pero es un costo del que también debemos hacernos cargo. Pensando en la salud de ustedes (sobre todo en este invierno frío) hemos pensado en entrenar bajo techo y, en tiempos de verano, la cercanía de la playa será muy a propósito para un buen entrenamiento.





2.4. El costo no es sólo por las clases sino que les otorgaría la membresía de Ad Bellum. Hay otras actividades en las que intervenimos como música medieval y folclórica europea, la realización de coreografías para actividades o eventos, los torneos que ya mencioné, tertulias o reuniones donde se habla de historia medieval o se dan clases teóricas de esgrima y acceso a una biblioteca de la cual podrían extraer libros interesantes, que queda en nuestro cuartel general, en Lince.





2.5. Cabe resaltar el principio que establece que una persona valora más lo que le cuesta. Hemos llegado a un punto en que es precisa la implementación de nuevas herramientas de trabajo y deseamos colocar un filtro, considerada la máxima anterior, para ver quiénes realmente desean acompañarnos en la Schola Ad Bellum, la primera escuela de combate medieval de Perú. Tómese en cuenta que el precio no es precisamente alto, sino más bien lo contrario, comparado el precio con el de otras disciplinas marciales.





2.6. En caso algunos estudiantes sólo puedan entrenar, no los 4 domingos del mes, sino por ejemplo solo 2, de informarse a los coordinadores a tiempo, se podría manejar una rebaja, no pagando la tarifa por mes sino por 2 semanas, que sería, evidentemente, de 25 soles.





2.7. Cualquier duda sobre este segundo punto, informarnos al ccem.ad.bellum@gmail.com o por inbox, al Facebook.





3. En la escuela hay una escala de rangos, la que será publicada a lo largo de la semana, con sus respectivos requisitos, en los cuatro primeros rangos, al menos. Cada escalón o posición dentro de esta ordenación, supone mayor participación, investigación, entrenamiento e involucramiento.





4. La nueva locación, además, es más fácil de localizar que nuestra actual posición y otorga mejores garantías a nuestros entrenamientos, pudiendo ejercitarnos de mejor forma y dándonos la comodidad y privacidad necesaria para algunos.





5. Resalto que las primeras dos clases en san miguel tendrán carácter gratuito, por lo que, quienes nos vienen acompañando hasta ahora, pueden seguir entrenando sin pagar hasta llegado octubre. En caso de los nuevos interesados que lleguen a entrenar, dispondrán de 2 clases libres de pago para que verifiquen cómo son nuestras prácticas.





6. Los entrenamientos de la Schola Ad Bellum se efectúan con seriedad, de manera cercana con el estudiante, siguiendo los métodos alemanes e italianos de combate, desarrollados en conjunto con la sala de esgrima histórica de la universidad San Marcos. Ambas salas trabajamos juntas por lo tanto, aprovecho loa presente para indicar que en el segundo piso del gimnasio de la UNMSM, los días sábados, desde las 8:15 am hasta las 10:30 am se realizan prácticas de esgrima histórica medieval también, y ciertas sesiones de combate cuerpo a cuerpo, bajo la supervisión del profesor Walter Anamaría, quien nos apoya constantemente con su experiencia como profesor de disciplinas deportivas y esgrima olímpica. Quienes deseen practicar esgrima deportiva, con sable o florete, los días son martes y jueves, de 8:00 pm a 10: 00 pm, en el mismo lugar.





Esos son los puntos que deseamos en Ad Bellum que se consideren y esperamos no incomodar a nadie con los mismos. Para hacer buena esgrima histórica necesitamos los materiales necesarios para cumplir nuestros objetivos. Todos estos cambios, estamos seguros, serán para mejor y para procurar el bienestar de los estudiantes y un correcto aprendizaje.




Sin más que agregar a la presente, les saludo como los guerreros y caballeros en potencia que están demostrando ser y con los cuales, más que una relación profesor-alumno, queremos establecer una del tipo “hermano de armas – hermano de armas”. ¡BUEN COMBATE!!





Daniel Guerrero Aguirre


Coordinador General e Instructor de Armas


jueves, 30 de junio de 2011

Cronograma de Actividades

http://adbellum.blogspot.com/p/cronograma-de-actividades.html

En está página del blog siempre encontraran lo relacionado a nuestros entrenamientos y eventos.

Saludos,

Schola Ad Bellum

miércoles, 9 de marzo de 2011

Esgrima Histórica - Universidad San Marcos

La Schola Ad Bellum forma parte de la sala de armas de Esgrima Histórica de la San Marcos, fundada por el Profesor Walter Anamaría y nuestra comunidad, con el fin de difundir de manera más formal la esgrima histórica medieval y renacentista (posteriormente) en un entorno más académico y de investigación.


Para los interesados en saber más, haciendo click en el escudo de la UNMSM que está debajo les llevará al perfil de facebook de la sala de armas.







Haciendo click en el Logo que está debajo pueden acceder al facebook de la schola Ad Bellum.




Las sesiones de entrenamiento que están referidas en nuestra página "Cronograma de Actividades" los días martes, jueves y sábado, se dan precisamente en el segundo piso del gimnasio de la ciudad universitaria bajo la supervisión del profesor W. Anamaría, cuya cuota de experiencia enriquece la iniciativa de nuestra schola y le da una nueva y fértil perspectiva a la investigación que realizan los instructores de nuestra comunidad de combate medieval.



El correo de la Schola Ad Bellum: ccem.ad.bellum@gmail.com



correo de la sala de Armas de Esgrima Histórica de la San Marcos y del profesor Walter Anamaría: wahanama@gmail.com



Sin más que comentar por ahora sobre nuestras actividades semanales.

Daniel Guerrero "Danath el Monje"

Schola Ad Bellum

domingo, 5 de setiembre de 2010

Exégesis de Danath El Monje sobre Ad Bellum y la Edad Media


Acerca de las Artes Marciales Occidentales Medievales podemos decir, al menos en esta parte del mundo, muy poco. Más aún considerando que el común de la gente piensa en los hombres medievales como en la tosquedad e ignorancia personificadas, hechas hombre, mezcladas de tal manera que proporcionaron al mundo un retroceso cultural, social, económico y político. Hay quienes consideran a este periodo de mil años como una noche muy densa, en la que el ser humano no tenía un verdadero entorno para su desarrollo, donde lo logrado por Grecia y Roma quedó en el olvido, sintetizado quizá en polvorientos estantes de los monasterios francos. De todo esto, pienso que tan sólo lo último es justo afirmar, pero ni aún así en un sentido estricto y totalmente enfático. Si todo esto fuera cierto ¿Por qué el mundo medieval resulta tan atractivo? ¿Por qué las armaduras, las espadas, las lanzas, hachas, mazos, dagas y demás articulos bélicos causan una mezcla de consternación y admiración?


Por otro lado, no es dificil encontrar personas que subestiman la inteligencia del hombre medieval y eso en efecto ocurre con todo hombre moderno, o mejor dicho, que vive en el futuro. Los hombres que aún vivían en un neolítico superior resultaban niños para los griegos de la edad clásica y los subestimaban, lo mismo que los españoles, ingleses y portugueses infravaloraron a las tribus nativas de América cuando recién llegaron. Sin embargo, luego, con la convivencia, con el conocimiento resultante de un vivir común o simplemente de una aproximación a la realidad de aquellos pueblos, los extranjeros pudieron dar cuenta de la inteligencia de los aborígenes al observar sus métodos sorprendentes en la metalurgía, textileria, sistemas de riego y el diseño de las ciudades, por citar algunos ejemplos. Los ingleses en Norteamérica buscaban apoyo en las tribus nativas para combatir a franceses o españoles, y si bien se consideraban un pueblo superior respecto de ellos, los respetaban ya que nadie en sus cabales buscaría la alianza o ayuda de aquellos que le parezcan inútiles.


Algo parecido ocurre con el hombre moderno y la idea que tiene del hombre medieval. El hombre de estos tiempos, individualista, amparado por leyes que protegen no sólo su cuerpo sino también a su intelecto no puede admirar del todo una época en que la gente del pueblo sufría por causa de sus carencias y abusos de sus señores, obligados quizá a vivir en medio del barro y el analfabetismo, roturando tierras o criando ganado. Sin embargo, algo se ha perdido en la era moderna y es el heroísmo, aquella conducta que proponía al hombre a dar más de lo que podía por causa de un bien común y mayor. El individualismo ha hecho que los hombres se miren a sí mismos y ya no miren la colectividad. Sus vidas no van más allá de una búsqueda de un bienestar. No hay un supremo bien o fin por el cual luchar. Un filósofo diría que "no hay pasión". Y en la Edad Media la había de sobra. Cuando se observa a una recreación de un combate medieval, ya sea en una gran batalla ordenada o en un duelo entre un par de personas, el espectador no puede dejar de sentirse atraído, a pesar que las espadas no le interesen y que le parezca una real estupidez el luchar con metal en el cuerpo. Ahora bien, siendo un poco más coloquiales y menos filosóficos, a los que nos atrae la Edad Media por causa de sus ideales y desenvolvimiento; por la manera más sencilla que la gente tenía para vivir pese a los sufrimientos; por la música folclórica de entonces empleando mandolinas, laúdes o gaitas; o porque simplemente pensamos que debió resultar fabuloso cabalgar y gritar con espada o lanza en ristre hacia el enemigo ¿Por ser hombres modernos hemos de desestimar la sabiduría que proviene de aquellas épocas? No. Quizá no rifemos nuestra vida en una batalla como en las de esa época pero no por ello nos llama menos la atención. Ni qué decir si tenemos la oportunidad de aprender a combatir como lo hacían entonces y de tener camaradas de armas con los cuales, a lo mejor, poder comer un asado de cualquier animal bebiendo hidromiel frente a una fogata que jamás se apaga.

Ad Bellum nace en torno a estos deseos, muy difíciles de satisfacer en esta parte del mundo, pero el deseo no deja de estar ahí. Intentamos e intentaremos promover algo que ya es un arte marcial consumado en Europa y que empieza a tomar forma en países como Mexico, Chile y Argentina. Ad Bellum también intentará promover la cultura medieval entre los interesados, llegando el día (que ojalá no esté muy lejano) en que produzcamos recreaciones o torneos. El nombre completo de la Organización es Comunidad de Combate Europeo Medieval, aunque bien podría llamársele también comunidad cultural. Mi camarada de armas Martín Barrueto y yo hemos fundado AD BELLUM y actualmente practicamos sobre todo con la espada larga (por ahora espadas de madera de entrenamiento confeccionadas no al guerrazo sino procurando una similitud con las espadas de entonces) y daga. con el paso del tiempo entraremos a investigar sobre los métodos de combate registrados y posibles de otras armas, como la lanza o los messer alemanes, la espada corta y escudo o hachas y escudo. Estamosen el "inicio", lo cual, si bien es la parte más difícil de un proyecto, es la más feliz de recordar luego. Espero, en verdad, contar con adeptos que estén dispuestos a formar parte de este comienzo. Por último, Ad Bellum, , como bien dice el nombre, es una Comunidad más que una Academia en sí, por lo tanto no hay un fin de lucro en este grupo, además, procura practicar según las escuelas alemana y la italiana de combate europeo, es decir, de la llamada tradición de Liechtenauer en el caso de la escuela alemana y de la de Fiore de Liberi y Filipo Vaddi por el lado de los maestros históricos italianos. Por lo tanto, en nuestros combates hay técnica definida y esta ha llegado a nosotros desde tratados que datan del siglo XIV y de estudiosos de los mismos, por lo tanto, la idea del hombre medieval que peleaba sin regla o ley está en el fango pues no puede estar más lejos de la realidad. Creo que me extendí bastante, pero por ser la primera vez me parece que no está nada mal. Cualquier interesado en practicar con nosotros puede escribir al correo ccem.ad.bellum@gmail.com. Bienvenidos a quienes así lo deseen.




viernes, 29 de enero de 2010

Misión y Visión de la Schola Ad Bellum



Misión: Difundir el arte del combate y la idiosincrasia medievales en los miembros del grupo con fines culturales buscando además enriquecer la formación moral empleando la disciplina marcial y la camaradería, impulsando la consolidación de un espíritu caballeresco.

Visión: Convertirnos en una asociación de artes marciales del Medioevo europeo que busque la difusión de la práctica de éstas en el Perú, optando además por el desarrollo y la búsqueda ordenada de información y promoviendo la investigación concerniente a nuestra actividad.


¡Santiago y a ellos!

Martín Barrueto Suárez "El Gaiteiro"

Maestro de Armas de la Schola Ad Bellum

martes, 26 de enero de 2010

AD BELLUM


Ahora, en este preciso instante me siento o me imagino como un monje sentado en un scriptorium, sito en un remoto monasterio franco del cual, hoy, lo más probable, no quedan ni las ruinas. Mis manos están manchadas con tinta y la pluma de ganso que empleo necesita ser afilada por enésima vez en el día... Mi mente trama estas alucinaciones o sueños porque, según dicen muchos de mí y de mis compañeros, poseo un espíritu medieval incontrovertible, inflexible, que no menguará a través de los años.


¿Qué más inflexible que el acero? Se me viene de pronto a la mente. Y dado que mi espíritu es medieval, cuando practico con mis compañeros tal y como hacían, de seguro, los guerreros que defendían a los países(o a sus señores) hace mil años atrás, no me siento como un practicante de esgrima medieval o de combate del medievo. Me siento un hombre de aquel entonces, en mis compañeros veo camaradas que me acompañaran en la vida y, es posible, también en la muerte. Muchos nos creen niños grandes y quizá lo somos, como los hombres de aquel entonces. ¿Acaso no eran gente muy ingenua? Hicieron guerras en nombre de Dios, creían que bastaba una fe ciega en Dios para no ser condenado o que se podía adivinar qué personas eran brujos o hechiceros mediante el simple método de contar cuántos lunares tenían en el cuerpo.

¿Qué más inflexible que el acero? me pregunto, una vez más. El espíritu, pienso de pronto. No es que lo sea siempre pero puede llegar a serlo. La convicción firme de que algo es bueno o malo, normas morales o éticas respaldadas por la práctica, "alzar la espada -por último- pensando en quién se va a salvar y no en quién se va a herir". ¡Sí! Es el espíritu caballeresco, el mismo que puede ser motivo de mofa en estos tiempos, cuando la ingenuidad es pecado, sí, ese sí que es más duro que el metal.



Y bueno, nuestras armas, brazos, piernas, cuerpo, cabeza... procuran respaldar la fuerza de nuestro espíritu. Amigo o amiga mía, si lees esto y sientes que no son sandeces es porque tienes un espíritu como el nuestro. Aventúrate en el mundo del combate medieval, de su literatura, música y tradiciones. Comprende qué se siente sostener un arma y luchar con total control. ¿Quién dice que los hombres medievales eran bárbaros sin técnica? Como que la esgrima moderna deriva de los fechtbuch alemanes de la tradición de Liechtenauer (el padre casi mítico del combate medieval alemán) y los tratados italianos que expandieron el arte (Fiore de Liberi y Filippo Vadi). Había técnicas de juego largo y juego corto, métodos, teorías de distancia, mesura, tiempo verdadero y tiempo falso, golpes secretos como el furioso o el cruzado, guardias, lógica de combate según el arma y el oponente, ejercicios para ejercitarse en solitario o en grupo...Y eso es lo que tratamos de aprender y enseñar. Ad Bellum recién tiene un año y podemos decir que nuestro amor por el medievo es más fuerte que nunca.


Puesto que la vida en sí es un combate constante me despido del lector en los mismos términos que un practicante de este arte radicado en España (perteneciente a la asociación Baucan) utilizó:

¡Buen combate!

Daniel Guerrero Aguirre "El monje"
Maestro de Armas de la Schola Ad Bellum